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17 Diciembre 2020
Si existe una historia de la vida dedicada al trabajo y a la familia, esa es la historia de Don Roberto Francisco Albíztegui Vázquez. Hoy 17 de diciembre del 2020 a cien años de su natalicio. Hasta el último día de su vida, Don Roberto ejerció esa autodisciplina de llegar a su empresa a tiempo, ir a casa a compartir los sagrados alimentos con la familia, luego regresar puntualmente a su trabajo, y finalmente volver con la familia. Entre sus aficiones esta la que simboliza su existencia: la aviación pilotear una avioneta. Es decir, con ese gusto se sintetiza su obra; emprender el vuelo y aterrizar bien. Y así lo hizo con empresa y familia, siempre entrelazadas. Nació el 17 de diciembre de 1920 en Durango, Dgo., hijo de Roberto José Albíztegui Ochoa y Clementina Vázquez Rodríguez; nieto de José María Albíztegui y Carlota Ochoa, y de Servando Vázquez y Jesusa Rodríguez. Descendiente de una familia que ha sido reconocida en la “Galería de Parralenses Ilustres”: su abuelo paterno José María Albíztegui fundó “El Eco de las Montañas”, en 1873, primer periódico editado en Guadalupe y Calvo y una referencia progresista de aquel tiempo; sus tíos abuelos destacaron en la política de su tiempo como diputados federales. Su padre, practicante del derecho, fue presidente municipal de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, y diputado por ese distrito, fotógrafo profesional dueño de Fotografía Luz y Sombra, heredo a la cultura de su comunidad cientos de fotos que ha servido para la historia gráfica de la región sur del estado de Chihuahua. Uno de sus tíos José A. Albíztegui fue el primer alcalde de San Buenaventura, Chihuahua. Vivió y creció en Guadalupe y Calvo, donde realizó sus primeros estudios y trabajos. Testimonios de amigos de aquella época, como don Carlos Villalobos Madrigal, recuerdan que, desde su infancia, Don Roberto se interesó en el trabajo que habría de darle reconocimiento y definición a su vida: la electricidad. Trabajó en las diversas tareas de minería hasta llegar a ser gerente de una mina. Se especializó en mecánica diesel. Trabajó también en la construcción del ferrocarril en los estados de México y Guanajuato. En Huatabampo Sonora, murió su hermano Aureliano sepultado a tres tumbas del General Álvaro Obregón, que era dueño de uno de los primeros cines ambulantes que existieron en esos tiempos, y en la misma región en Navojoa Sonora se desempeñó Don Roberto en el área de mantenimiento de una compañía, donde se hizo amigo de los jefes y conoció en la misma Navojoa a María Félix. El 31 de diciembre de 1950 se casó con Socorro Rodríguez Bustillos, en Guadalupe y Calvo, Chih. En la capital del estado trabajó para una empacadora de carnes, que estableció una sucursal en Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, y don Roberto vino a esta ciudad, con su familia, para encargarse del área de mantenimiento. Don Roberto y su familia llegaron a esta ciudad el 12 de octubre de 1953, y desde entonces, realizó una labor social, tanto en las empresas para las que laboró, cuanto para la comunidad. En Chihuahua nacieron los dos primeros hijos de la familia Albíztegui Rodríguez: Aureliano Jesús y Rosa Elena. En Nuevo Casas Grandes nacieron Roberto Francisco, Olivia, Socorro y Gustavo, mostrando el arraigo de la familia Albíztegui Rodríguez a esta ciudad. Sus nietos Rosa Guadalupe, Socorro Elena, Brenda Clementina y Jesús Aureliano de apellido Albíztegui Payan, Rosa Elena Ochoa Albíztegui, Roberto, Jonathan, Alejandro + y Luis Carlos de apellido Albíztegui Coello, Mauricio Martínez Albíztegui, Olivia Acosta Albíztegui y Frida, Itzel, Gustavo y José Roberto Albíztegui Ontiveros. Son muy conocidas las ayudas desinteresadas que Don Roberto hizo, por ejemplo, en la Compañía de Luz que existía en aquel entonces, cuando había problemas para el suministro de energía para el pueblo. Esta labor, ha sido reconocida porque contribuyó a la prestación de un servicio público indispensable. A punto de regresar a Chihuahua, cuando cerraron la empacadora de carne, decidió quedarse con el trabajo que le ofrecieron los González Múzquiz, como encargado del mantenimiento de la Molduradora de Casas Grandes, entonces una de las más grandes industrias que ha tenido la ciudad. Con ellos tuvo amistad cercana y les ayudo en otros aserraderos del estado cuando hacía falta. También colaboró en las empresas de Don Ricardo Parson, mismas que ahora constituyen un orgullo para Nuevo Casas Grandes por sus Pavos Parson. En 1960, Don Roberto fue de los piones en desarrollar la educación a distancia, en esta época estudio por correspondencia electricidad, recibió el diploma de la National School de los Ángeles, California, por haber culminado satisfactoriamente el “curso técnico-práctico de electricidad, refrigeración y acondicionamiento de aire”. Demostró así su entrega, dedicación y disciplina al trabajo, a la especialización y actualización de sus conocimientos, por los que ha sido reconocido como un pionero en el campo de la electricidad, para Nuevo Casas Grandes y su región, formador directo o indirecto, de toda una generación de los primeros practicantes y profesionales de este oficio. Después de cumplir su jornada de trabajo en la molduradora, Don Roberto atendía su propio taller eléctrico, y por unos años una peletería llamada “Alaska”, misma que al cerrarla utilizó el local para otro taller, dejándole el primero a Don Manuel Escárcega “el Cubano”. El 3 de agosto de 1963 fundó la Casa Eléctrica, que se ha convertido en una empresa paradigmática, toda una institución para Nuevo Casas Grandes, fruto del esfuerzo, arrojo personal y capacidad emprendedora de Don Roberto Albíztegui Vázquez. Empresa donde trabajo con la misma disciplina y dedicación, desde aquel día el primero en llegar y el ultimo en irse. La empresa contó siempre con un taller de servicio, con lo cual Don Roberto con su visión, no sólo para ofrecer los materiales, sino el servicio completo de instalaciones eléctricas y embobinado de motores a diversas empresas, tanto de la ciudad como en el campo y no solamente en Nuevo Casas Grandes, sino en toda la región. Desde entonces, Casa Eléctrica, no solamente ha crecido, sino que ha impulsado otras como Controles y Sistemas Eléctricos, de su hijo Aureliano; CIELCO, de su hijo Roberto, Albíztegui Electric y Casa Eléctrica Macroplaza de su hijo Gustavo, empresas que ha promovido las ventas y transportación en volumen de material eléctrico, con presencia en Chihuahua y Sonora. La labor social de Don Roberto es destacada, especialmente por la creación de empleos, en las varias empresas familiares que se crearon a partir de su vocación empresarial. Como parte de su labor social, Don Roberto fue presidente del Club de Leones de Nuevo Casas Grandes, en los ochenta, desde donde desplegó un trabajo de apoyo a la comunidad, especialmente a favor de las escuelas públicas. Asimismo, a través de su negocio siempre apoyó a instituciones escolares y deportivas con diversos patrocinios, así como a instituciones de beneficencia, como la Cruz Roja y las iglesias. Muestra de su capacidad es también que cuando se lo propuso aprendió a pilotear, aficionado al conocimiento de los aviones toda su vida, algo que como consta en las fotografías que enmarcaban su oficina, simboliza su existencia. Con 54 años de matrimonio, una familia arraigada en la comunidad, y toda una vida dedicada a su vocación y empresa, a su familia y al trabajo, Don Roberto forma parte ya de la historia Nuevo Casas Grandes y su región. Don Roberto falleció el 9 de marzo de 2005, pero se queda en el recuerdo y en sus obras como patrimonio de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua. Son muchas las cosas que nos indican que “Don Roberto” como le decíamos de cariño sigue vivo.
Entrevista a Don Roberto Albíztegui Vázquez en noviembre del 2004. (1) Por: Gustavo Albíztegui Rodríguez -Sr. Albíztegui ¿de dónde es originario y cuándo llegó a esta ciudad? -Soy originario de Durango, Dgo. Nací el 17 de diciembre de 1920. La mayor parte de mi infancia y juventud la pasé en Guadalupe y Calvo, Chih., después trabajé en varias partes de la Republica como minero, mecánico diesel y electricista. Cuando me casé el 31 de diciembre de 1950 con la Srita. Socorro Rodríguez Bustillos, en Guadalupe y Calvo, Chih, nos trasladamos a la Cd. De Chihuahua a trabajar en el mantenimiento eléctrico de la empresa empacadora de carne Chihuahua Industrial, esta misma empresa me envió a Nuevo Casas Grandes, en octubre de 1952 para que me hiciera cargo del mantenimiento de su empacadora de carne que tenía en esta ciudad - ¿Cómo se le ocurrió fundar Casa Eléctrica Nuevo Casas Grandes? -Al establecerme en Nuevo Casas Grandes con mi familia, empecé a formar un taller eléctrico donde trabajaba cuando salía de mi trabajo y en los fines de semana; en aquel entonces en esta ciudad no se conseguía nada de material eléctrico ni siquiera cable. En una ocasión al necesitar unos arrancadores magnéticos para la empresa donde trabajaba, Chihuahua Industrial, nos los trajo un comerciante local, Don Raymundo Gándara, que no se dedicaba a la electricidad, el cual nos los vendió a muy buen precio, en este momento dije “por qué no vender material eléctrico aquí en Nuevo Casas Grandes si no se consigue nada y hay que pagar un intermediario para que los traigan”. -Yo tenía en aquel entonces ahorrado $5,000.00 en una cuenta de ahorros que no me alcanzaban para empezar con el negocio, entonces fui a la Cd. de Chihuahua a entrevistarme con el Ing. Robles, dueño de Electro Distribuidores, recomendado por el Sr. Rogelio Saláis. En la entrevista que tuve con el Ing. Robles en un café de la Cd. de Chihuahua le pedí crédito a un mes por $15,000.00 y pagarle de contado los $5,000.00, con el compromiso de que si no vendía el material se lo devolvería. El Ing. Robles de inmediato aceptó y me otorgo crédito, conociendo en este negocio al Sr. Conrado Soto que era el encargado del mostrador que siempre me apoyo, trayendo el primer pedido que incluía 3 o 4 arrancadores de los que se usaban aquí, una caja de focos surtida, poco alambre un pedido pequeño para empezar, con lo que pude abrir en agosto de 1963 Casa Eléctrica Nuevo Casas Grandes que incluía el taller eléctrico que yo ya tenía y la venta de material eléctrico, me establecí en un local rentado, en la calle Minerva 101 de esta ciudad, con un empleado que siempre me ayudo el Sr. Humberto Rascón, quien se jubiló en la empresa en el año 2000. -En 1963 yo ya trabajaba como encargado de mantenimiento eléctrico en Molduradora de Casas Grandes, propiedad de los González Musquiz, y combinaba mi trabajo con mi negocio. Conseguí permiso en el trabajo para poder salir cuando mi negocio lo requiriera. Conseguí otro proveedor en la Cd. de Chihuahua, el Sr. Guillermo Almeida, vecino mío, conocía al Sr. Hernández de Eléctrica El Globo, quien también tuvo confianza en mí y me otorgo crédito; después de esto me empezaron a visitar varios proveedores de Chihuahua entre ellos el Sr. Antonio Valdez, de Condumex, que nos apoyó mucho con el crédito.
- ¿Cómo se consolido el negocio? -En 1967 me retiré de mi empleo para dedicarme de tiempo completo a Casa Eléctrica Nuevo Casas Grandes, para ese entonces la empresa ya tenía su prestigio en cuanto a mis conocimientos en electricidad y los servicios de ventas, embobinado de motores e instalaciones eléctricas, en aquel entonces el Sr. Julián Aguilar me invitó a pertenecer a un club social donde me relacioné más con la comunidad. Las ventas aumentaron porque nuestro mercado principal en aquel entonces fueron los aserradores de madera, las empacadoras de frutas y pavos, la electrificación de los pozos donde vendíamos el servicio completo, el material y la instalación. En 1970 el negocio estrena su primer local propio en esta ciudad, en la calle 16 de septiembre 105 con 180 mts. cuadrados de construcción. En 1972 el negocio pasa de pequeño contribuyente al régimen general de ley y en la década de los setentas sigue su crecimiento, llegando a tener siete empleados. En 1976 se afilia a Conacomee que es la Confederación Nacional de Comerciantes de Material y Equipo Eléctrico, en Chihuahua. En 1977 el negocio se reestructura y da nueva imagen. En 1981 se hace distribuidor de la compañía Siemens, siendo este uno de sus principales distribuidores. La década de los ochentas se caracteriza por un gran crecimiento de ventas de material eléctrico consolidando al negocio como una empresa comercial. Nota al pie:
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